Las pinturas se pueden aplicar de distintas maneras sobre las construcciones, la principal y también la más clásica es a través de brochas y pinceles, aunque últimamente son utilizadas para lugares y funciones determinadas y no en su totalidad, debido a que los humanos han innovado a través avances tecnológicos nuevas herramientas para la facilidad del usuario en su utilización.
Las brochas son un instrumento o herramienta básica en la pintura, que forman parte de las construcciones, ellas poseen un mango de madera o de plástico, y en su extremo un grupo de cerdas que varían en distintos anchos dependiendo de las necesidades del usuario, generalmente entre los 20 y 150 mm. El material de la cerda también puede variar de acuerdo a la calidad de la brocha, el tipo de pintura a utilizar o en la superficie en que se aplicará
En el uso de la brocha, no es recomendable que cargues demasiado la herramienta con pintura, pero tampoco le debe faltar, debe haber un equilibrio. Es conveniente sacudirla con un par de golpes en el interior de la cubeta, bote o bandeja donde se encuentre la pintura, para descargar el exceso, y aplicarla sobre la zona a pintar.
Para pintar se debe extender la pintura a través de la brocha con movimientos verticales, luego “peina” con movimientos horizontales y nuevamente con verticales. No te demores demasiado en grandes extensiones porque la pintura se secará y se notaran las “juntas”, en este caso puedes utilizar un rodillo para ganar tiempo.
Dependiendo de las superficies, si estas tienen alguna dirección en su detalle, se debe aplicar la pintura a través de la brocha con la dirección que esta posea, colaborando en el acabado para que al final el trabajo tenga mejor calidad.
Foto Via http://www.ferreteriasindustriales.es/brochas/brocha-modcrv-m-plastico-20mm-8422893140526-4060